CUADERNOS DE PRÁCTICA Y TEORÍA LESBOFEMINISTA ECOETNOCOMUNISTA

Flora Tristán

EL INICIO DEL FEMINISMO SOCIALISTA
SOCIALISMO Y FEMINISMO

Flora Tristán fue quien inició en la primera mitad del siglo 19 el planteamiento de la relación entre sexo y clase, entre las mujeres y la clase obrera y entre socialismo y feminismo; dejó establecido que ambos únicamente podrían emanciparse al mismo tiempo, e impulsó la extraordinaria intuición de un feminismo con orientación de clase sentando las bases para el feminismo socialista (FS).

Flora Tristán representa la unión de la lucha de las mujeres y de la lucha de la clase trabajadora y, por tanto, el vínculo indisoluble entre la revolución socialista y la revolución feminista.
Además, representó para el feminismo marxista (FM) el primer planteamiento de los obreros como clase, la autoorganización de la clase trabajadora y el internacionalismo obrero a través de la formación de una organización mundial del proletariado en 1843, unos años antes que la aparición del Manifiesto Comunista en 1848 y del surgimiento de la Primera Internacional Obrera (AIT) en 1864. Aunque ubicada como parte del socialismo utópico reformista fue valorada por Marx y Engels en un tiempo en que el pensamiento de las mujeres simplemente no se escuchaba y valía nada. En síntesis, fue la pionera en el planteamiento de la relación entre socialismo y feminismo, planteando la maravillosa intuición de que ambos solamente podrían emanciparse al mismo tiempo.

Flora Tristán fue hija de madre francesa y padre peruano, nació en Paris al iniciar el siglo 19, el padre al morir sin reconocerla como hija legítima dejó a esposa y niña en completa miseria. Para poder sobrevivir en una sociedad que evitaba que las mujeres trabajaran para que no llegaran a ser independientes, se sostuvo como obrera y se vio obligada a casarse con un hombre que la violentó toda su vida, intentó violar a su hija, le quitó a su hijo y trató de asesinarla, ella logró quedarse con su hija (futura madre del pintor Paul Gauguin), pero convirtiéndose en una “paria” por ser hija ilegitima y por estar divorciada. Hizo un viaje a Perú buscando sus raíces y apoyo de su tío donde conoció la realidad de este país y volvió a Francia. A pesar de todos los obstáculos e impedimentos sociales fue una mujer libre en un momento en que el Código Napoleónico dictaminaba la eterna minoría de edad de la mujer.

La emancipación de la mujer (1845). Flora expone en este libro la atrevida idea feminista de que el matrimonio era la apropiación de la mujer por el hombre; era antagónico al verdadero amor porque tenía como centro “la propiedad” y estaba sustentado en la inferioridad del sexo femenino, por lo cual peleó por el derecho al divorcio y evitar que los padres impusieran el marido a las hijas en un momento histórico en el que cada mujer era asignada como propiedad a un hombre a través del matrimonio obligado. Ella representó la continuidad del esfuerzo de feministas anteriores como Olimpia de Gouges, Mary Wollstonecraft y otras pero con la fabulosa comprensión la relación de la clase obrera con la lucha de las mujeres, es decir, el socialismo y el feminismo.

La Unión Obrera (1843) fue el segundo libro más interesante de Flora como ideario y programa para la emancipación de la clase proletaria vinculada con la emancipación de las mujeres. Flora desarrolla históricamente la primera concepción intuitiva del obrero como clase, de la lucha de clases, de la autoorganización de la clase obrera y de su propia emancipación, gradual (no revolucionaria) a través de la ayuda mutua (mutualismo romántico) por medio de un programa de organización obrera “los palacios” (cooperativas colectivistas) que articulaban: vivienda, granja y fábrica (la fusión entre la vida privada y la vida pública) incluyendo la atención a obreros ancianos, enfermos y niños.

Flora tuvo influencia ilustrada al invocar los principios de libertad e igualdad de la clase burguesa, pero rebasándolos con los planteamientos del socialismo utópico: la educación como liberadora, el pacifismo, los proyectos económicos del cooperativismo colectivista y la apelación a las clases poderosas (alianzas de clases). Pero, aunque no llegó a desarrollar un análisis en economía política, en varios aspectos superó a los socialistas utópicos y se adelantó a los científicos, el marxismo, al proponer: la organización internacional de la clase obrera en 1843 anterior al Manifiesto del Partido Comunista de 1848 y del internacionalismo proletario adelantándose en más de una década a la Primera Internacional Obrera de 1864. Fue ella quien acuñó la proclama: ¡proletarios del mundo, uníos! que retomaría Marx. En el texto La Sagrada Familia de Carlos Marx y Federico Engels, este hace un reconocimiento de la feminista comunista Flore Celestine.